Miles de personas han caído y caerán en engaños por parte de religiones manipuladoras, ideas politicas de extremismo como el comunismo, tribus urbanas entre otros grupos sociales que juegan con la emociones de personas que por lo general buscan ser incluidos en ciertas cosas para solucionar problemas de su personalidad; Como estas personas algunas veces no saben controlar sus emociones caen fácilmente en el engaño de esos grupos sociales.
El engaño y la manipulación de miles se ha dado en esta sociedad gracias a que estos no saben controlar sus emociones por lo cual son fáciles de engañar, las emociones son muy peligrosas cuando están sin control de parte de la persona, por ello es que es necesario mantener un equilibrio entre las emociones y la razón de la mano con el sentido común, pues una persona que sepa analizar las cosas con sentido común sera mucho mas difícil de engañar que quienes toman sus decisiones solamente por lo impulsos de sus emociones.
El sentido común es lo que muchas veces permite ver lo realmente bueno para la persona o la sociedad, por ejemplo: una persona con problemas puede cometer errores como el atentar contra su vida si se deja llevar por emociones deprimentes pero con sentido común puede plantear soluciones a sus problemas o una sociedad en ruina puede entrar en guerra civil por las emociones de desesperación pero con sentido común puede reconstruirse y renacer.
Grandes problemas nacen cuando se pierde el control de las emociones, miles de grupos perjudiciales nacen en la sociedad gracias a que muchos no controlan sus emociones, la falta de razón y sensatez muchas veces genera males como la corrupción o el engaño. por lo cual es necesario que exista el sentido común en la sociedad para así evitar la manipulación de las emociones para perjudicar comunidades enteras.
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| Las emociones manipuladas pueden conducir hacia abismos, por ello es necesario del sentido común, pues este evita los engaños emocionales. |
Estudian la estupidez como fenómeno sociológico
ResponderEliminarLa política, la religión, las nuevas sensibilidades y la academia tienen su dosis de estupidez vistas desde las leyes planteadas por el historiador italiano Carlo Maria Cipolla, quien planteó una polémica Teoría sobre la Estupidez.
Según este estudio sobre la estupidez humana, se concluyó lo siguiente:
1.- El estúpido actúa de tal forma que perjudica a unos sin beneficiar a los otros.
2.- La estupidez no respeta condiciones sociales, culturales, económicas ni religiosas.
3.- Hay más estúpidos de lo que se cree.
4.- Un estúpido es mas peligroso que un malvado.
5.- Cualquier asociación con un estúpido terminará mal.
6.- El proceder irracional de los estúpidos no permite predecir sus acciones.
En fin y para continuar con lo que este estudio:
1.- El estúpido profesa una gran devoción a la autoridad represiva.
2.- Tiene miedo a pensar de manera autónoma y esperan encontrar figuras mesiánicas que piensen por él.
3.- Crea una dependencia tal a su líder, que se ata con cadenas al mesías elegido y se considera así mismo como herramienta de sus propósitos.
4.- Convierte los postulados del líder como su religión y vendrá a reemplazar sus propios principios éticos y morales.
5.- El estúpido pierde el discernimiento y puede ser llevado a cometer actos de violencia y crueldad irracionales.
6.- Se convierte en cómplice del líder y es cuando cree que no hay retorno ni puede echar paso atrás.
Esto explicaría el sometimiento ante personajes nefastos para la historia como Adolfo Hitler por parte de un pueblo tan ilustrado como el alemán o, el caso de la secta liderada por Jim Jones que en 1.978 llevó a cerca de 900 personas a Guyana donde se suicidaron en espera de una prometida gracia eterna y el caso mas reciente, el del pastor peruano Ramón Castillo Gaete, de la secta Quilpué, que quemó vivo a su propio bebé recién nacido con la ayuda de sus seguidores, por considerarlo hijo del demonio. Pues esto mis queridos amigos, aunque parezca exagerado, es lo mismo que sucede en Venezuela con los seguidores de Hugo Chávez que ahora lo consideran igual a Cristo con el mismo carácter divino y redentor.