2014/07/01

La AutoGestion

En una sociedad que demanda en la actualidad un mejor sistema social, en pro del éxito sostenible y justo de esta sociedad, vale la pena estudiar todos los planteamientos y propuestas que miles de personas a diario plantean, uno de estos es la Autogestión;  La Autogestión  trata de un modelo empresarial donde la toma de decisiones corresponde al conjunto de los trabajadores adscritos a una entidad productiva.

Pueden éstos someter a discusión asamblearia cada una de las decisiones que deban ser adoptadas, o las propuestas que deban ser debatidas; pueden, también, delegar la gestión en un equipo directivo emanado de la propia Asamblea; pueden, en fin, externalizar la gestión  por tiempo limitado, etc.

Como puede apreciarse, el modo de hacer efectivo el modelo autogestionario ofrece una multitud de variantes y una voz para todo aquel que participe en el proceso; A condición, no obstante, de respetar su único principio normativo: en cualquier momento, la Asamblea de trabajadores puede revocar por mayoría una decisión previamente acordada o vetar,  la adopción de medidas nuevas. 

Por coherencia interna, una Autogestión está obligada a hallar una fórmula de organización política y económica donde se tornen plenamente operativos los valores de la Dignidad, el Sentido Común y la Libertad de la persona humana, que tiene por universales y eternos; Junto con el tener en cuenta la sostenibilidad ambiental.

Pero no hay rastro de Dignidad humana en los modelos económico y empresarial donde la persona se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a cambio de un punto productivo donde poder ejercerla, no hay rastro de Libertad humana allí donde el trabajador queda encastrado dentro de una estructura rígida que le hurta todas las posibilidades asociadas a su creatividad y personalidad; allí donde hace lo que se le manda,  se desconsidera su experiencia y su capacidad para llevar el proyecto empresarial a mejor término.

En este entorno viciado no podrá esperarse de él un compromiso y vinculación mayor del que ya entrega. Una empresa autogestionaria es, en cambio, aquella que cada uno de sus trabajadores puede sentir como propia; cuyo éxito puede asociarse íntimamente a la sinergia  vital de todos y cada uno de sus partícipes por voluntad de los mismos.

La Autogestión no solo puede ser un modelo de organización económica. Aun siendo éste un factor esencial, que se corresponde con una profunda democratización de la economía, la autogestión que se ejerce en el seno de las empresas sustenta también la forma de elección de los representantes, para lograr a su vez una profunda democratización de la política y todo lo social.

La representatividad en los sistemas neoliberal, socialista y derivados resulta de muy baja calidad debido a la desconexión absoluta entre electores y elegidos, la así denominada clase política. Con la autogestión la dinámica asamblearia de elección de representantes resulta mucho más pertinente, de este modo, al elegir un equipo de dirección para la empresa, o a un representante sindical dentro de la rama de producción en que se integra, la Asamblea de un centro de trabajo puede estar eligiendo, sin saberlo, al próximo Presidente del Gobierno.

La autogestión puede centrarse en la apertura de espacios económicos donde la Dignidad, la Responsabilidad por Voluntad y la Libertad de la persona sean posibles, se requiere de una red de empresas y sociedades autogestionarias  que den visibilidad al modelo y permitan corregir sus eventuales defectos, que generen una mejora participativa constante;  Una pequeña estructura económica llamada a paliar, cuando menos y muy escasamente, las consecuencias terribles de la incapacidad del sistema heredado para la creación de empleo.




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