El ser una persona influyente no
requiere de vivir de apariencias, mucho menos se tiene que tener un vasto
capital o recursos para serlo, todo ser humano es de por si influyente, algunos
son una influencia positiva y otros negativa, pero todos somos influyentes en
gran medida, alguien solo por toparse con nosotros un día puede actuar en ese
momento de cierta manera o incluso puede adquirir un habito, así como nosotros
podemos actuar igual si nos topamos con otras personas.
Desarrollar nuestra cualidad de
influir es de vital importancia, no solo para influir de manera positiva en
quienes nos rodean, también para evitar que otras personas influyan en nosotros
de manera negativa, todos por naturaleza somos influenciables por lo cual solo
cuando desarrollemos esta habilidad podemos aprovecharla, esta habilidad se
desarrolla buscando dos cosas: talento y virtud.
Si deseas que alguien influya de
forma positiva en ti busca una persona que tenga talentos y sea virtuosa, si
deseas influir positivamente en otras personas mantén una virtud firme y busca
perfeccionar tus talentos, es simple las mejores influencias son las de
aquellas personas que poseen virtud y talentos.
No puedes aprender nada de
alguien cuyos valores carecen de virtud y mucho menos si esa persona no se
interesa por desarrollar algún talento, es claro que la influencia de esa
persona será negativa, no necesariamente porque esa persona sea mala persona,
simplemente porque no tiene que enseñar a otros y por tal motivo cuando hable
con otras personas simplemente hablara de cosas negativas, deprimentes y de
sentimientos como la envidia.
La virtud es simplemente tener
una vida donde honremos valores como la dignidad, el honor, la honestidad, la responsabilidad,
la voluntad y el coraje, para poseer un talentos solo basta con dedicarnos a
algo que nos guste y tratar de ser los mejores en ello, poseer talento y virtud
no es difícil, es necesario no solo para influir y saber hallar personas
adecuadas para que influyan en nosotros, es necesario para tener una vida digna
y satisfactoria.
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