Muchos añorábamos que la libertad fuera para todas las naciones, para todo el mundo, pero a medida que descubrimos la naturaleza humana nos damos cuenta que al final, todos podemos ser libres, que ningún sistema por mas represión que tenga puede arrebatarle la libertad a las personas, que al final ellas casi siempre son quienes entregan su libertad a cambio de la comodidad de la seguridad o por simple desinterés de cumplir sus sueños.
El ser humano por naturaleza es sumiso, y le gusta vivir en la seguridad, sueña con la libertad pero rara vez le interesa siquiera luchar por la misma, muestra de ello es que miles se niegan a acertad que algo es una mentira a un teniendo pruebas de ello, acertad una mentira por verdad es muestra de como muchos desprecian a la libertad, puesto que la verdad nos hace libres.
La libertad de cada individuo al final de cuentas no esta en manos de un gobierno, una religión, o cualquier otra cosa, al final de cuentas esta depende de si mismo, solamente si el individuo es fuerte y decide luchar por su libertad, podrá ser libre, si no pues que no espere saborear la libertad en ningún sentido, la libertad es para los fuertes no para lo débiles.
Quienes saborean la libertad, da aprecio de la verdad, pues aunque sea amarga les da mas opciones que elegir y menos limites, quienes no son capaces de saborear la amarga verdad no pueden siquiera imaginar el costo tan alto pero tan gratificante que tiene la libertad; Miles quisiéramos que la libertad sea para toda la sociedad, pero lamentablemente no podemos hacer nada por la libertad de otros solo por la de nosotros mismos, quizás con nuestro ejemplo podamos influir, pero al final de cuentas cada quien decide si luchar por su libertad o conformarse con lo que le ofrece su entorno.
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