Si algo es una verdad innegable en este mundo es que los demonios siempre parecen mas atractivos que las buenas personas, en este mundo muchas veces tenemos que desconfiar mas de lo que parece seductor que de lo que es feo a primera vista, en todo aspecto de nuestras vidas, pues no mas viendo los muchos ejemplos que existen en nuestra sociedad vemos como los robos mas grandes son cometidos por personas con traje, corbata y elocuencia, en lugar de ser realizados por personas mal vestidas y armadas.
No hay nada mas peligroso que una persona que diga mentiras con elocuencia, sea en un ámbito educativo, político o empresarial, estas personas con sus sucias palabras pueden herir a las personas de una forma peor que alguien armado, desde el punto político no hace falta saber que si una persona así llega a un cargo público acabará con cuanto recurso encuentre.
Lo malo de las primeras impresiones es que estas influyen en gran medida en cómo vemos a una persona, aun si luego empieza a cambiar su comportamiento hacia nosotros, una buena primera impresión puede hacer que confiemos mucho en quien solo se quiere aprovechar de nosotros, es algo casi imposible para nuestro cerebro pero tenemos que aprenderlo, y eso es no confiar en las primeras impresiones y aprender que debemos siempre dudar, tenemos que dudar siempre, sobretodo de lo que nos es atractivo, pues solo la duda nos puede ayudar a salir de las trampas de aquellas personas que con elocuencia y seducción viven estafando a los demás.
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