Toda persona sin importar nada en algún momento de su vida es propensa a decir estupideces, por una u otra razón puede decir cosas ilógicas, sin sentido o simplemente que no son verdad, la mayoría de las veces quien dice cosas estúpidas no lo hace con malas intenciones, simplemente ignora algo o confía ciegamente en alguien que alguna vez le dijo que algo (generalmente una mentira) era verdad.
La ignorancia nos hace decir estupideces, todos somos ignorantes jamás sabremos ni siquiera una décima parte de las cosas que componen nuestro universo, asi que en mas de una ocasión seremos propensos a decir estupideces, aun si somos conscientes de nuestra ignorancia siempre somos propensos a hablar estupideces, pero ese al final de cuentas no es el problema, el problema es no estar dispuestos a escuchar, a comprender y a investigar, porque cuando no hay disposición para lo anterior las estupideces que decimos nos vuelven fanáticos, irracionales y personas torpes incapaces de conocer una verdad o algo nuevo.
Nadie esta libre de decir estupideces, lo grave es decirlas con énfasis, es un error común de todo ser humano hablar sobre algo con énfasis sin averiguar bien del tema, un error que lo hace mas débil frente a su ignorancia, es a veces dificil darnos cuenta de que estamos equivocados, mas dificil reconocerlo, pero buscar la forma comprobar lo que creemos es lo mas efectivo para que desarrollemos un pensamiento realista, libre y con sentido común.
Podemos ser del monton personas que viven asegurando con énfasis todo lo que creen sin estudiarlo o ser de las pocas personas que piensan y averiguan antes de creer en algo, la primera alternativa nos hace débiles en todo aspecto, la segunda nos hace evolucionar, esta en nuestras manos permitir o no permitir que las estupideces que lleguemos a decir nos hagan estúpidos o no.
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