Si algo es común entre las tiranías es que todas estas dominan mediante el engaño y la fuerza bruta, ninguna tiranía que haya existido o exista en el planeta gobierna con verdades y espíritu noble, una sociedad gobernada por una tiranía al no tener como base el sentido común, la lógica, la libertad y un equilibrio entre lo privado y lo público, esta condenada a la ignorancia, a la esclavitud y al aislamiento mediante la fuerza bruta y el engaño.
Cuando se habla de fuerza bruta se entiende que aquello que emplea la fuerza bruta no escucha razones ni opiniones, por ello es absurdo pretender que con buenas intenciones, con protestas y con pedir un diálogo, se puede acabar una tiranía, las tiranías están cimentadas en el engaño y la fuerza bruta, por eso la única forma de acabar las tiranías es mediante el uso de la fuerza.
El uso de la fuerza bruta es un arma de doble filo si no se sabe usar termina haciéndonos mas daño que bien, podemos terminar siendo iguales o peores que aquellos a los que nos oponemos, por ello la cuestión no es solo usar la fuerza sino saberla usar con razón y sensatez, la fuerza es una herramienta como cualquier otra, es una fuerza que se quiera o no, se debe usar para acabar con un régimen que esté cimentado en fuerza bruta.
La fuerza que esta sosteniendo una tirania esta destinada a corromperse y a no tener sensatez o misericordia alguna, esta fuerza solo se derrota con una fuerza mayor, esto siempre ha sido asi y parece que no cambiara, si no solamente miremos el ejemplo de Cuba, cuanta diplomacia, cuantas solicitudes, cuántas personas muertas buscando libertad, cuántos motivos hay para invitar al régimen al diálogo, para que reflexione y actúe con sensatez y este solo responde usando la fuerza bruta con sus disidentes.
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