Los seres humanos somos tan
tercos como las mulas, por más que traten de explicarnos algo si no tenemos
voluntad para aprender jamás lo entenderemos, rara vez aprendemos de las
enseñanzas de otros casi siempre aprendemos por nuestra propia experiencia, muchos
educadores no comprenden esta realidad y tratan a sus alumnos como canecas vacías
que hay que llenar mas no como personas que necesitan una guía, pero una guía
que les diga que hacer sino que les ayude a encontrarse a sí mismos.
En estos tiempos muchos maestros
se han olvidado de lo que de verdad es un maestro, un maestro no es un tipo que
fuerza a sus estudiantes a copiar lo que está plasmado en un libro viejo, el
que dice que una cosa solo se hace por medio de un solo método, el que limita a
sus estudiantes; un maestro de verdad no quiere que sus alumnos sean un
promedio del común busca que ellos se descubran a sí mismos, comprenden que
cada estudiante es único, que todos tienen fortalezas y debilidades diferentes,
un maestro de verdad sabe que debe ayudar a sus estudiantes.
Los seres humanos aprendemos de
las experiencias, no solo eso cuando algo no nos gusta así nos fuercen y nos
fuercen no nos gustara y si nos toca hacerlo lo hacemos de mala gana, de la
peor forma posible, por eso los educadores no pueden pretender que sus
estudiantes sean buenos en matemáticas sin antes generar amor por los números
en ellos, por eso tienen que respetar el método de sus estudiantes aun si ellos
tienen un totalmente diferente.
Lo peor que puede hacer un
maestro es luchar porque su estudiante sea un versión totalmente contraria a sí
mismo, desafortunadamente debido al sistema educativo actual muchos maestros
buscan esto todos los días, los padres como cuando eran educados fueron
adoctrinados de esta forma se unen a la causa de los maestros y por eso ni en
la escuela ni en el hogar muchos jóvenes pueden ser ellos mismos, viven
confundidos y por ello hacen cosas que no deberían hacer.
Comprender que cada persona es única
y debe encontrarse a sí misma es lo más importante que debe tener en cuenta el
sistema educativo, todo maestro y todo padre de familia; cuando esto sea así habrán
menos personas dedicadas a un oficio en el que no sean buenos ni les guste,
hablan más satisfacción personal y con ello menos problemas de violencia, habla
más tolerancia y armonía en esta sociedad llena de personas dedicadas a
cualquier cosa menos a ser ellos mismos.
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