El problema de la venganza es que
si nos dejamos seducir por ella nos corrompe volviéndonos peores seres que
aquellos que despertaron el sentimiento de venganza en nosotros, por ello es
bueno evitar caer seducidos por la venganza, pero una cosa se debe tener clara
y esa es que la no venganza es una cosa totalmente contraria al permitir que
aquella persona que nos hace daño lo haga cada vez que se le dé la gana.
No hay que malinterpretar la filosofía
de la no venganza con el permitir que abusen de nosotros, si quien nos lastimo
ya no lo está haciendo en tiempo presente es absurdo buscarlo para buscar
venganza, con esto solo creamos un círculo vicioso que además de hacer perdurar
el odio solo nos hace daño, lo más saludable para nosotros en este caso sería perdonar
a esa persona, aprender de sus desagravios para no ser como ella y volvernos más
fuertes para que nadie nos vuelva a lastimas como aquella persona hizo; Mas sin
embargo si quien nos lastima lo hace en tiempo presente tenemos que buscar la
forma de pararlo, hacerle ver que está equivocado en su forma de actuar hacia
nosotros y si no razona buscar la forma de ser más fuertes que el para evitar
que nos siga lastimando.
Si nos lastiman en tiempo
presente no podemos permitir que eso continúe y eso no es tomar venganza, es
hacernos respetar, tener dignidad y ser mejores personas, lógicamente una cosa
es defendernos y otra ser volvernos victimarios, debemos evitar que nos
lastimen pero esto no es igual a lastimar, sencillamente debemos ser lo
suficientemente fuertes como para que nadie nos haga daño pero también lo
suficientemente sabios para que no usemos para mal esas fortalezas.
La venganza ideal para el tiempo después,
es no tomar venganza, porque esto sana nuestro ser, nos hace mejores personas
que quien nos lastimo, nos permite aprender de nuestros errores y de los
errores de aquellos que trataron de hacernos daño, si ya no hay nadie lastimándonos
es absurdo auto-lastimarnos con recuerdos pasados, sencillamente sigamos la
vida, tratemos de ser felices y no seamos como aquellos que nos
lastimaron.
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