En este mundo que es tan caótico
si algo necesitamos tener para tener una vida tranquila es ¡mucha pero mucha paciencia!,
estamos en un mundo muy estresante, todas las personas dependiendo su ritmo de
vida y problemas del momento son propensas a sufrir de estados emocionales que
llevan al enojo y tristeza, cuando estos estados emocionales estallan hacia
otra persona si dicha persona no se controla en el momento, comienza un cruce
de ofensas y malos entendidos que terminan desatando muchos desagravios que
solo enferman a ambas partes.
En el mundo de hoy podemos perder
la paciencia de forma fácil, algunos somos más sensibles a esto y perdemos el
control mucho más fácil, por lo cual para quienes aplica esto, debemos tratar
de mantener lo más tranquilo posible nuestro sistema nervioso, evitar o reducir
el consumo de cafeína, bebidas energizartes y demás, preferir el consumo de tés,
aromáticas y todo aquello que pueda mantenernos tranquilos, pero sobre todo
armarnos de la mayor paciencia posible, porque siempre habrán personas que así
no quieran desesperarnos de una u otra forma lo hacen.
No podemos cambiar la actitud
irritante de muchas personas, pero si podemos cambiar la forma en como tratamos
con ellas, esto no es aceptar que nos molesten, es tolerarlos y si llega un
punto en el que no los soportamos para nada mirar la forma de tomar distancia
de esas personas, en toda parte siempre habrá gente que nos irrite por eso
necesitamos ser pacientes y tolerantes.
Quien busca conflictos con todo
aquel que lo irrite tiene una batalla sin fin en la que siempre saldrá
perdiendo, la paciencia es una cualidad divina porque llena de paz y calma
corazones angustiados, la paciencia es aquello que puede darle calma al espíritu
en este mundo insoportable, armémonos con paciencia si queremos subsistir en
esta sociedad llena de tantos idiotas.
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