Podemos tener muchos objetivos en nuestra vida pero algo es
seguro: - si no nos enfocamos lo más probable es que sean pocos o ninguno los
objetivos que hagamos realidad -, enfocarse no es renunciar a la mayoría de
objetivos e ir tras uno solo, eso nos crea una mentalidad de escases, enfocarse
es aprender a ver cuáles objetivos son de más prioridad que otros, ver cómo
mientras avanzamos en un objetivo podemos avanzar en otros al mismo tiempo,
cuando nos enfocamos aprendemos a culminar los objetivos, tristemente muchas
personas en su día a día se proponen realizar algo pero lo hacen a medias o no
lo terminan.
Corre tras muchas liebres y no cazaras ninguna, pero sí de
100 liebres te fijas en 3 que estén muy cerca la una a la otra puedes coger una
o incluso las tres, hay que aprender a no auto-limitarnos, evitar renunciar a
algo para obtener una cosa, tenemos que tener el coraje para ir por todo, lógicamente
lo más probable es que no podremos tenerlo todo a la vez pero si podremos tener
todo paso a paso.
Hay que actuar inteligentemente y eso implica tener muchas
cualidades, cualidades como la perseverancia, la planeación, la voluntad y la
paciencia, como el primer intento casi nunca es el certero toca trazarnos plan
B, C, D, E y si es necesario usar todo el alfabeto, pero jamás renunciar a ningún
objetivo.
Nadie recuerda a quienes renunciaron a sus objetivos o no
lograron cumplirlos, solo quien lucha hasta lograr sus propósitos es quien
tiene palabras que valgan la pena conocer.
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