Hay que tener cuidado de no ser igual a lo que combatimos

Miles de personas a diario tienen la intención con buena voluntad de mejorar su sociedad combatiendo lo que da represión y rechazo, pero desafortunadamente cuando lo hacen termina convirtiéndose en la misma clase de personas que desprecian, por ello en la historia humana la gran mayoría de revoluciones remplazan un sistema tirano por otro igual.

Actualmente nuestra sociedad esta llena de seres que han llegado al extremo sobre sus ideas y creencias, a tal punto que a cualquier persona que esta en desacuerdo con ello los llaman de la peor forma que se les ocurre, por ejemplo en el caso de muchas feministas ya no luchan por los derechos de las mujeres, sino que solo les interesa reprimir los derechos de los hombres o en el caso de gente en la comunidad LGBT ya muchos han pasado de luchar por sus derechos en la sociedad ha imponerlos en la misma. 

Nunca habrá armonía en la sociedad, ni mejoras en la misma, mientras lo malo sea reemplazado por algo igual y extremo, esta clase de comportamientos siempre llevan a un siglo que se repite constantemente, por ejemplo cuando la represión llega al extremo no demorara en ser cambiada por el libertinaje y cuando el libertinaje este en el extremo sera remplazado por la represión, o en el caso del comunismo y el capitalismo, cuando la apertura económica capitalista llegue al extremo es reemplazada por el comunismo y cuando este llega al extremo reprimiendo todo libertad económica se habré paso al capitalismo.  

Solamente cuando aprendemos a no seguir los pasos de nuestros rivales, a ser mejores en todo sentido, seremos realmente victoriosos porque de no ser así terminaremos siendo igual a lo que estamos en desacuerdo, si queremos reemplazar un sistema debemos hacerlo por algo mejor y no por algo que termine siendo lo mismo, así como si luchamos por un derecho no debemos permitir que esta lucha pase de derecho a imponencia.