En el mundo de hoy lo que sobran son personas que por algún motivo hacen un trabajo cuya recompensa va para otra persona, personas que trabajan arduamente al final de cuentas para nada pues ni se les da siquiera un simple agradecimiento, personas explotadas por su ingenuidad.
Un derecho mínimo que todo hombre trabajador debe tener es el reconocimiento, el ser apreciado por su trabajo, si esto ocurre esta persona realizara un mejor trabajo, pero cuando por el contrario son otros los que reciben el reconocimiento, lo que habrá sera frustración y corrupción por parte del que roba reconocimiento.
En todo lugar de trabajo grupal casi siempre habrán personas que tratan de manipular a otros, que ven como marionetas a sus compañeros de trabajo, por ello lo mas preciso para evitar ser marioneta de otros es combatir nuestra ingenuidad, no solo eso debemos valorar nuestra dignidad, no podemos actuar de forma sumisa y débil ante otros, debemos hacer que nos sientan como alguien igual a ellos que merece respeto no como alguien a quien puede humillar; Y si no podemos hacer que no nos vean como marionetas lo mejor es abandonar dicho grupo.
¿Y si somos nosotros los que buscamos marionetas? Ser una persona manipuladora quizas pueda llevar lejos a alguien, pero eso tiene consecuencias, eso siempre se paga caro, hasta el mas ingenuo se cansa en cierto punto, el hombre verdaderamente digno no buscar estar encima de otros, solamente busca ser respetado así como el respeta a los otros; Se gana mas trabajando porque lo miren a uno como un igual que tratando de lucir superior, las personas luchan mas fielmente con quien ven como un igual que con quien parece un jefe.
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