El ser humano siempre busca el poseer nuevas cosas, nunca se conforma con lo que tiene y no sabe valorar aquello que da por asegurado, como humanidad una de las cosas que no hemos valorado y que incluso en estos tiempo donde se evidencia la necesidad de cuidarla aun no lo hacemos es la Naturaleza, nuestra forma de vida es el cáncer del planeta.
Lo que hemos hecho los seres humanos no tiene límites, hemos logrado muchas cosas, hemos superado muchos obstáculos y hemos logrado tener una civilización que al menos le brinda mejor calidad de vida a las personas en comparación a siglos atrás, pero todo esto ha traído consigo daños irreparables a la naturaleza que sustenta nuestra vida y lo peor del caso es que la naturaleza nos ha dado señales que indican lo que hacemos mal, pero no la hemos escuchado.
El desarrollo humano no puede seguir sin escuchar la naturaleza, sin tratar de administrar adecuadamente los recursos naturales, sin tener una conciencia ambiental, los seres humanos si pretendemos actuar y buscar la satisfacción de nuestros caprichos sin cuidar del medio ambiente, estamos destinados a la extinción.
Puede que ya sea tarde o no para la humanidad, pero independientemente de eso, nosotros como personas debemos aprender a escuchar a la naturaleza, no solo por cuidar el medio ambiente, sino tambien porque muchas enfermedades humanas, el estres y los males de vivir en una selva de cemento, tienen cura escuchando a la naturaleza, aprovechándola y conviviendo con ella.
Mientras podamos aprovechar las zonas verdes, la flora y la fauna, es una necesidad para nuestro espiritu hacerlo, porque cuando escuchamos a la naturaleza podemos conocernos mejor a nosotros mismos, estar en paz, no ser esclavos de lo material y saber aprovechar las cosas.
Puede que ya sea tarde o no para la humanidad, pero independientemente de eso, nosotros como personas debemos aprender a escuchar a la naturaleza, no solo por cuidar el medio ambiente, sino tambien porque muchas enfermedades humanas, el estres y los males de vivir en una selva de cemento, tienen cura escuchando a la naturaleza, aprovechándola y conviviendo con ella.
Mientras podamos aprovechar las zonas verdes, la flora y la fauna, es una necesidad para nuestro espiritu hacerlo, porque cuando escuchamos a la naturaleza podemos conocernos mejor a nosotros mismos, estar en paz, no ser esclavos de lo material y saber aprovechar las cosas.
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