En este mundo está claro que los
pueblos que no son unidos están condenados a ser víctimas de su propia
indiferencia, la ignorancia es el instrumento más poderoso para la destrucción
de los pueblos y le sigue la falta de unidad, un pueblo dividido e indiferente están
vulnerable como el pueblo ignorante, porque un pueblo indiferente es aquel al
que no le preocupa que violen sus derechos y un pueblo dividido es un pueblo fácil
de conquistar de ahí el dicho "divide y vencerás".
No sirve de nada ser un individuo
culto si no logramos generar unión en nuestra sociedad, los latinoamericanos
somos personas creativas, talentosas y agradables pero como sociedad somos un montón
de idiotas, pues no somos capaces de trabajar en equipo, de defender las causas
comunes, por el contrario vivimos dividíos, indiferentes y actuando de forma
caprichosa.
El problema de nuestros pueblos
no es carecer de recursos por el contrario tenemos miles, tampoco de talento
humano nos sobra por montón, el problema es que vivimos peleando entre nosotros
por cómo hacer algo y jamás lo hacemos, el problema es que por tratar de
mostrarle a otros que tenemos la razón actuamos como intolerantes, el problema
es que nuestra cultura premia la impunidad, el problema es que nuestra
indiferencia es más grande que nuestra indignación.
Nada cambiara si seguimos
pensando igual, los problemas de nuestros pueblos se acabaran cuando como nación
seamos unidos y los enfrentemos sin dudas ni temor lo que tanto nos aqueja,
cuando como individuos pongamos al servicio de nuestra comunidad nuestros
talentos, cuando dejemos a un lado la indiferencia y actuemos de forma
responsable con la sociedad que queramos o no debemos tolerar.
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