Los seres humanos podemos perderlo todo en
segundos, podemos quedar devastados muy fácilmente, pero sin importar la adversidad
que atravesemos hay algo que no pueden quitarnos, eso es la elección
de la actitud personas que adoptamos frente a nuestro destino, el cómo
decidimos nuestro propio camino, dos personas pueden haber sido víctimas
de la misma catástrofe, la primera reniega de su destino y se victimiza, la
segunda valora lo poco que aún le queda y sigue en pie de lucha, a mediano
plazo la segunda persona recuperara mas rápido lo que perdió que la primera.
La actitud personal es lo más
esencial que tenemos, es lo que hace que seamos felices o tristes teniendo o no
ciertas cosas, es lo que nos hace débiles o fuertes en el momento de
dificultad, es lo que nos da ánimos o nos incita a desfallecer ante las adversidades
que se presentan.
La Actitud Personal y el
Sentido de la Vida
El sentido de la vida difiere
en cada persona, difiere dependiendo cada hombre, entorno, tiempo y cultura,
por lo tanto lo que importa no es el sentido de la vida en formulaciones
abstractas, sino el sentido concreto de la vida en un momento determinado, es acá
donde la actitud personal juega un papel crucial, pues esta es la gran
responsable de mostrarnos el sentido de dicho momento en nuestra vida.
Plantear el sentido de la vida
en términos generales es algo inviable, es como preguntarle al mejor jugador de
ajedrez la jugada maestra, sencillamente tanto en el ajedrez como en la vida,
la jugada maestra varía de acuerdo a las circunstancias del momento, lo que sí
es fundamental para descubrir esa jugada maestra es tener una actitud personal
que nos ayude a no decaer, a permanecer en calma ante la dificultad y que nos
ayude a ver soluciones.
Si consideramos que cualquier situación
plantea y reclama de nosotros un reto o repuesta a la que solo nosotros estamos
en condiciones de responder, en última instancia no deberíamos cuestionar el
sentido de la vida, sino comprender que es la vida la que busca el sentido de
nuestra existencia, por decirlo así la vida nos pregunta, nos cuestiona y somos
nosotros los responsables de contestarle respondiendo con lo que hacemos con
nuestra propia vida, solo desde nuestra responsabilidad personal podemos
responderle a la vida, en poca palabras: La esencia de nuestra existencia
radica en nuestra actitud y capacidad personal para responder responsablemente
a las demandas que la vida plantea en cada situación particular que se nos
presenta.
Nuestra actitud es lo que
desarrolla nuestras capacidades para descubrir, vivir y demostrar cual es el
sentido de nuestra vida, nuestro propósito nunca será igual al de otras
personas, cada uno tiene unas condiciones únicas que la vida le ha dado, por
eso el sentido de la vida no lo encontramos mirando a otras personas, buscando
en filosofías abstractas o esperando una señal del universo, el sentido de la
vida se lo damos nosotros con la forma en como asumimos los retos que nos pone
la vida.
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