Cuando pasamos menos tiempo indecisos ante el temor e invertimos un poco mas de tiempo en pensar lo que podemos hacer para cuidar de nosotros mismos, la necesidad de temer disminuye de manera considerable, esto es prudencia, de ahí que una puntada a tiempo impide que la ropa se descosa, un gramo de prevención siempre valdrá mas que un kilo de curación.
Hay personas que se la pasan llenos de temor y nunca actúan, se justifican diciendo que son prudentes pero en realidad confunden la prudencia, porque la prudencia no es quedarse sin actuar, la prudencia es tratar de prever todos los riesgos posibles, actuar con cautela, diseñar una estrategia y actuar de forma decidida, quien tiene temor simplemente no hace nada.
Un comandante aún con miedos no planea una batalla con temor sino con prudencia, diseña una estrategia de batalla teniendo en cuenta todo lo que tiene a favor y en contra; un alpinista experimentado sabe que entre más se aferre por temor a caer, más rápido se cansa y más se expone a caer, es prudente con sus pasos no temeroso; El que tiene temor no hace nada, el prudente también puede tener temor pero actúa de forma consciente y con ello no se deja vencer por sus miedos.
Cuando alguien que veas que nunca hace nada te diga que es prudente, no le creas ni sigas sus concejos porque la prudencia nunca sera no hacer nada, cuando alguien no hace nada es un cobarde o un perezoso, no hay nada bueno en seguir el concejo de alguien asi y casualmente muchas personas así son las que mas alardean y dan concejos, aprende bien quien de verdad es prudente y quien es temeroso para no equivocarte a la hora de escuchar a los demás.
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