Si algo afirman miles de personas al rededor del planeta es que tienen mala suerte, mala suerte en absolutamente todo lo que realizan, pero lo cierto es que es fácil echarle la culpa al asar cuando las cosas nos salen mal, sin embargo aquello que llamamos mala suerte en la mayoría de los casos es fruto de falta de precaución de nuestra parte.
La mala suerte equivale a ser descuidado, cuando tenemos un plato en una base no firme es muy probable que se caiga al nosotros servir en el comida, cuando nos vestimos para un día caluroso habiendo temporada de lluvias es muy probable que nos mojemos bastante, cuando los bolsillos de nuestra ropa están llenos de huecos es muy probable que se caiga lo que llevamos en ellos, cuando andamos por la noche en zonas poco iluminadas es muy probable que nos roben, cuando no sabemos hablar con alguien que nos gusta es muy probable que esa persona no se fije en nosotros.
La mala suerte de llegar a existir es cuando ocurre un evento en nuestras vidas el cual no podemos prever como ser atropellados por un conducto ebrio cuando vamos caminando por un anden, perder nuestros ahorros por un crisis económica repentina o el inicio de una guerra que afecte a nuestro país, estos casos si serian mala suerte, sin embargo es muy poco probable que ese tipo de cosas nos ocurran, todo lo demás no es mala suerte, es ser descuidado.
Cuando somos precavidos todo aquello que llamamos mala suerte deja de ocurrirnos en gran medida, para ser precavidos no requiere mucho tiempo de nuestra parte, simplemente basta con mirar posibles riesgos, estudiar sobre lo que deseemos empezar, mirar como esta el clima, cuidar nuestros objetos personales y cosas así.
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