Es triste ver que nuestras naciones están condenadas, pero no por un virus sino por su propia corrupción, no hay esperanza si para poder producir algo debemos tener la autorización de quienes no producen nada, no hay esperanza si debemos sobornar a todo el mundo para poder subsistir en el mercado, no hay esperanza cuando la justicia favorece a los delincuentes en vez de las victimas, no hay esperanza cuando no tienes como justificar que es mejor ser honrado a corrupto.
La corrupción es lo que siempre nos ha tenido estancados, dependientes a naciones extrajeras, incapaces de cuidar nuestro medio ambiente y llenos de miles de problemas del tercer mundo; La corrupción que tanto nos enferma va mas aya de los gobiernos, empieza desde casa, cuando tratamos de engañar para hacernos con alguna recompensa, cuando no respetamos las normas básicas de convivencia social, cuando inventamos mentiras para evadir nuestras responsabilidades.
Nuestros pueblos son naciones llenas de personas deshonestas que prefieren arriesgar su vida que pagar un pasaje de autobús, personas tramposas que en sus trabajos o tratan siempre de robarse algo o evitan cumplir con sus deberes en el mismo, personas miserables que cuando van de compras quieren todo regalado pero si han de vender algo quieren que les paguen la gana, personas cochinas que tiran su basura a la calle sin siquiera ver si habían cerca recipientes para tirarla.
Hay miles de lamentables costumbres que hacen que los latinoamericanos seamos personas corruptas, tristemente en nuestros países aun persiste las falsas ideas de: la malicia indígena o el vivo vive del bobo que tanto daño nos han hecho, pues pensamientos estúpidos como estos son los responsables de que se vea la honradez como un auto-sacrificio y los actos de corrupción como algo de personas inteligentes.
Cuando dejemos a un lado el querer todo regalado, el querer que otros trabajen para nosotros sin nada a cambio y el sentirnos el centro del mundo, podemos combatir la corrupción, con ello los gobernantes que tengamos no serán las mismas ratas de toda la vida que hipocritamente juzgamos pues si somos conscientes usted o cualquiera de sus conocidos cercados de estar en el lugar de ese gobernante lo mas probable es que haría lo mismo que el.
No hay comentarios:
Publicar un comentario