En este caótico mundo donde no puedes decir nada sin que alguien se ofenda, donde los que mas hablan de tolerancia viven tratando de forzar a otros a pensar como ellos desean, ya es poco lo que se puede decir, no tanto porque no allá de que hablar, sino porque al final de cuentas discutir con idiotas no lleva a ninguna parte.
Ya no tiene sentidos desgastarse opinando que se debería y que no se debería permitir, que cada quien piense y haga con su vida lo que se le de la gana desde que este respete las libertades de los demás, esa es la única premisa que importa, pero mas haya del tema algo debe estar claro y eso es: No busques que el estado fomente o prohíba ciertas cosas, porque el estado cada vez que mete las manos en algo solo genera problemas.
La historia a demostrado que cada vez que alguien logra que el estado actué en contra o a favor de algo solo genera problemas, e incluso quienes creación ciertas leyes terminan siendo victimas de las mismas, ejemplo actual de esto son las cuotas laborales, es absurdo que se fuerce a ciertas empresas a contratar personas que no están capacitadas a cumplir ciertos trabajos solo por satisfacer a unos cuantos.
El estado no tiene porque forzar a nadie aceptar algo que no le gusta ni tampoco puede prohibirle a las personas hacer cosas que les gusta por mas obscenas o pecaminosas que estas sean para otras personas, en cuestión de relaciones humanas el estado debe garantizar que cada persona pueda ser libre y al tiempo convivir con su prójimo, nada mas.
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