La búsqueda de la felicidad es la meta de todo ser con emociones y pensante, una meta la cual parece ser muy difícil de conseguir a la vez que nuestra sociedad consumista nos exhibe un sin fin de recetas mágicas para ser feliz que en la gran mayoría de las veces no dan resultado, toda ideología, filosofía o religión mas que tener el propósito de dar una forma de organización a la humanidad su principal ideal es vender una formula de alcanzar la felicidad, la historia nos ha demostrado que al final ninguna forma de pensar nos hacen mas o menos felices.
Quizá el porque nos parece imposible alcanzar la felicidad es porque la vemos como una meta en vez de una forma de vivir, quizá si no le tenemos miedo a sentirnos tristes podemos hallar mas la felicidad en nuestra vida, quizá si dejamos de buscar la felicidad en otras personas, ideas o bienes materiales podemos sentirnos felices.
La tristeza es parte de la vida, una parte tan fundamental como la felicidad, ambas son caras opuestas de una misma moneda, siempre habrá algo de tristeza en la felicidad y algo de felicidad en la tristeza, vivimos evadiendo la tristeza pensando que así estaremos mas cerca de ser felices cuando la realidad es que esto solo nos alejara de todo sentimiento que nos pueda dar alegría.
La felicidad no es una meta al final de un viaje es una forma de viajar, tienes que valorar cada experiencia en dicho viaje, vivirla a plenitud independientemente de que despierte frustraciones o satisfacciones, tienes que estar convencido de que las cosas mejoraran si no salieron como se esperaban y agradecer si el resultado fue el deseado.
Finalmente no creas que el tener o no algo, que el creer en una fe o ideología, que el estar solo o acompañado moldearan tu felicidad, esta solo depende de ti, no hay nada que te garantice felicidad solamente tu forma de ver las cosas, tu consciencia y tu reacción a lo que pasa en el mundo.
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