Muchas veces ya sea de forma
subconsciente o consciente tenemos un concepto de ciertas cosas algo muy
diferente a como son en realidad, muchas veces sabemos como es algo o alguien y
aun así nuestra mente se hace una percepción muy diferente de ello, esto sin
duda nos pasa a todos los seres humanos y es un causante del fanatismo, de las
decepciones y de los engaños.
Tener un concepto erróneo de algo
le hace daño a nuestra vida, es como la esposa(o) que tiene un buen concepto
del esposo(a) que le vive pegando, ella sabe lo malo que es pero se vive auto-engañando
para justificar por qué pese a sus abusos esta con él, todos somos propensos a
esta realidad, no solo en temas de amor, en temas tan básicos como el que tipo
de comida nos hace daño pero aun así la consumimos hasta temas más complejos
como el apoyar fielmente una causa aun sabiendo lo perjudicial que es.
Dejemos de auto-engañarnos, nada
en absoluto si es malo será bueno por el solo hecho de que queramos creer que
puede cambiar, que tiene una buena intención o que nos hace mejores personas,
lo que está mal está mal y punto, en lugar de resignarnos a soportar ello auto-engañándonos,
debemos buscar algo mejor, dejar a un lado aquella cosa y tratar de siempre ser
sinceros con nosotros mismos.
Las peores mentiras no son las
que se desconocen, son las que aun si se saben se tratan de maquillar, son las
que nosotros mismos nos decimos, cuando como individuos maduramos y dejamos
este feo habito humano aun si la vida de principio se nos torna difícil a
mediano plazo nos sentimos mejor con nosotros mismos y aprendemos a siempre
buscar lo mejor en lugar de conformarnos con lo peor.
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